Cada niño es diferente y también cada familia lo es, es por esto que surge la siguiente interrogante ¿Por qué pretender que los menores reciban la formación académica de la misma forma?
Es frecuente escuchar a algunos padres criticar al sistema educativo por no motivar a los alumnos para lograr buenos resultados académicos, pero por otra parte, algunas instituciones educativas critican a las familias por no fomentar el estudio en los hogares. Pero, en medio de todo esto están los niños, entonces ¿A quién se debe culpar?
En realidad nadie tiene la culpa y todos debemos aportar un granito de arena para mejorar la educación de los niños.
La etapa escolar entre los 3 y los 12 años es la más sustancial, ya que a partir de ahí se sientan las bases del aprendizaje cognitivo, emocional y social, que permitirán a los pequeños alcanzar sus metas en el futuro.
Independientemente del método de enseñanza, el objetivo final debe ser fomentar la autonomía de los niños, ya que ningún aprendizaje puede tener lugar si el estudiante no posee esta habilidad. En este sentido, las pedagogías alternativas benefician a los alumnos enormemente.
Debido a sus múltiples ventajas, muchos establecimientos educativos han decidido implementar estos modelos de educación alternativa.
Método Waldorf:
Esta pedagogía tiene sus raíces en las teorías de Rudolf Steinert y se basa en la enseñanza libre de los niños. Con esto en consideración, el desarrollo de los niños ocurre naturalmente, en un ambiente libre y cooperativo.
Una de sus características principales es que crea grupos de niños con amplios rangos de edad y promueve el aprendizaje a través de la cooperación entre pares.
Sin lugar a dudas, la característica más particular es que el Método Waldorf no tiene exámenes ni pruebas estandarizadas, se enfoca sobre todo en temas artísticos
Método Kumon:
Es un sistema de aprendizaje de japonés basado en dos programas, uno para lectura y otro para matemáticas.
El objetivo del método es desarrollar el máximo potencial de los niños a través de la motivación. A medida que los niños adquieren confianza en sí mismos y en sus habilidades de aprendizaje, obtienen mejores resultados académicos.
Método Montessori:
El modelo desarrollado por María Montessori se basa en crear entornos estimulantes para los niños, para que puedan desarrollarse de forma independiente, gracias al motor de curiosidad innato de la infancia.
Gracias a esta pedagogía, los niños aprenden y se divierten al mismo tiempo. Además, no se tienen en cuenta las diferencias de edad entre los niños y los adultos se limitan a ser sus guías, sin interferir en la exploración o descubrimiento del entorno.
Método Doman:
Esta pedagogía alternativa se basa en la estimulación de las áreas sensoriales como estrategia para mejorar el desarrollo cognitivo. Para ello, utiliza elementos de lectura, matemáticas e inteligencia.
Como puedes ver cada una de estos modelos alternativos de aprendizaje tienen muchos beneficios para los estudiantes. Todos estos métodos tienen como propósito promover la autonomía, el descubrimiento, la exploración y el desarrollo personal de los niños.
«La mayor señal de éxito de un profesor es poder decir: ahora los niños trabajan como si yo no existiera»
María Montessori